Fedra de Miguel de Unamuno

Lectura dramatizada dirigida por Nadine Vallejo

Dirección

¿Por qué el mito griego de Fedra sigue removiéndonos dos mil años después de que Séneca escribiera una primera versión? Siglos después de Séneca, y 200 después de Racine, Miguel Unamuno propone una adaptación atravesada por una mirada más contemporánea y compasiva, pero a la vez teñida de juicios y culpas religiosas que justifican la tragedia. 

Nadine Vallejo es la directora de Fedra
Pavel Paniagua, asistente de dirección

Un siglo después, y habiendo corrido tanta agua bajo el río, sigue siendo perturbador que una persona elija amar libremente, cualquiera que sea el objeto de su amor. Sigue siendo cuestionable pretender no encajar en los patrones más conservadores y socialmente aceptados. Sigue siendo un crimen no abordar profesionalmente la salud mental de un familiar, ya sea porque escapa de sus emociones, como Hipólito, o porque se inunda en ellas, como Fedra.

¿Está Fedra loca o sufre de soledad, depresión o ansiedad? ¿Qué necesidades afectivas, qué animus junguiano ha proyectado en el hijo de su esposo? ¿Qué creencias familiares, destinos heredados o patrones inconscientes encontraría Fedra en una sesión de terapia, de psicoanálisis o de constelaciones familiares?

¿Qué culpas, condicionamientos y mandatos socioculturales perpetuamos huyendo de nosotros mismos y juzgando a los demás? ¿Qué decisiones habría tomado Pedro si no hubiera necesitado conservar el buen nombre y el honor de la familia para encajar en el sistema que considera inamovible? Él mismo se lo cuestiona en esta versión de Unamuno en la que ningún personaje —ni el propio médico— se atreve a mencionar las cosas por su nombre. Solo Fedra revela la verdad que la abrasa y esa verdad, a la vez que la hace libre, la condena.

Son todas estas preguntas las que intentamos plasmar en una lectura dramatizada que no está desprovista de nuestras propias miradas subjetivas. Se han escrito nuevas versiones desde la Fedra de Unamuno, pero, en muchos aspectos, seguimos atrapados en los pensamientos de su época. Esperamos, con esta propuesta escénica, traer al presente nuevos cuestionamientos, movilizar los espíritus y enriquecer el debate.